Ahora corresponde la segunda etapa de consulta ciudadana sobre el diseño del proyecto y se espera que en 2018, comiencen las obras.
2018 será un año clave para la Nueva Alameda Providencia, uno de los proyectos de infraestructura más ambiciosos y emblemáticos de Santiago en el último tiempo, puesto que autoridades regionales confirmaron que las obras se iniciarían ese año, después de un proceso de diseño, consulta ciudadana y evaluación.
“La Etapa 1, que va desde Av. Pajaritos hasta Av. Las Rejas, ya cuenta con su ingeniería de detalles terminada y está en el proceso de evaluación social y de análisis financiero. Se espera iniciar obras el próximo año, en el marco de las celebraciones de los 200 años de la Alameda”, señaló Claudio Orrego, Intendente Metropolitano.
Las etapas que vienen
La Nueva Alameda Providencia contempla la remodelación integral de los 12 km de la principal arteria de la capital, desde Av. Pajaritos hasta Av. Tobalaba, mejorando las veredas y el mobiliario urbano de la ciudad, con la incorporación de ciclovías, paisajismo y puesta en valor del patrimonio. “El proyecto beneficiará a uno de cada tres santiaguinos, que es la cantidad de personas que transitan diariamente por este eje. Se busca mejorar las condiciones de movilidad garantizando un mismo estándar urbano, tanto en el sector oriente, como en el poniente”, destaca Orrego.
De forma distinta a como se produjeron las anteriores intervenciones en esta arteria, la Nueva Alameda Providencia contempla un proceso de evaluación ciudadana para determinar cuáles son los principales temas que los propios habitantes de Lo Prado, Estación Central, Santiago y Providencia desean incorporar en el proyecto.
Así, entre marzo y septiembre de 2016 se desarrolló la primera fase de diálogo del proceso participativo, el que estuvo estructurado en torno a dos mecanismos: una consulta ciudadana y un proceso de conversaciones presenciales, donde participaron 4.443 personas. “El diseño se ha modificado en función de lo que la gente ha propuesto. El caso más evidente ha sido que el proyecto contemplaba originalmente expropiaciones en la comuna de Estación Central y la gente se manifestó en contra de eso, cambiando el diseño”, asegura Magdalena Morel, jefa de “Participación Ciudadana de Nueva Alameda Providencia”, entidad creada para el proceso de consulta ciudadana.
Ahora, el proyecto entró a la segunda etapa de evaluación social, la que consiste en consultar a los habitantes sobre las modificaciones realizadas al diseño ganador del concurso Nueva Alameda Providencia, del arquitecto Arturo Lyon (ver ilustración).
Una vez finalizado ese proceso, se llamaría a concesión, para iniciar las obras que tendrían un costo aproximado de US$220 millones.
Sin embargo, hay sectores que han manifestado sus aprensiones sobre el proyecto, debido a las dudas que tienen sobre la armonía urbana: “La bidireccionalidad de Av. Providencia no es compatible con el proyecto Nueva Alameda-Providencia”, dijo Evelyn Matthei, alcaldesa de Providencia, en una entrevista a PULSO la semana pasada.
Desafíos de infraestructura
Roberto Moris, investigador del Instituto de Estudios Urbanos de la UC, destaca que uno de los desafíos del proyecto es asegurar su financiamiento, de manera de garantizar su continuidad en el tiempo. “Por la experiencia que hemos tenido en el corredor Vicuña Mackenna, que lleva más de un año de atraso (y seguramente se va a demorar el doble de los 15 meses presupuestados), creo que es muy importante que se considere la planificación. Es clave tenerlo en consideración”, dice Moris.
Por su parte, desde el punto de vista de la infraestructura, Vicente Walker, gerente de infraestructura de DRS Ingeniería y Gestión, indica que se debe evitar que el proyecto afecte la movilidad. “Los desafíos generalmente se presentan en la búsqueda de la armonía de alcanzar un proyecto que mejore el estándar público existente, con el menor impacto en la naturaleza del funcionamiento de la ciudad y sus habitantes”, dice Walker.
Fuente: Pulso
La alcaldesa Evelyn Mathei está en contra de cualquier avance de Providencia. Ella es de Las Condes, no de Providencia. De hecho se está oponiendo ferreamente al teleférico. Considero que ella debe dejar que los técnicos y expertos propongan las soluciones y ella se haga asesorar por profesionales. Si la Av. Providencia debe ser bidireccional, sus razones tendrá.